EL REINO DE LOS CIELOS Y LA ENSEÑANZA DEL PERDÓN
Base Bíblica: Mateo 18:1-9.
Introducción:
En el Evangelio de Mateo, capítulo 18, Jesús ofrece enseñanzas profundas sobre el carácter y los principios del Reino de los Cielos. Este capítulo aborda temas como la humildad, la responsabilidad de no hacer tropezar a los demás, la importancia de restaurar a los perdidos y, sobre todo, el perdón. Hoy, profundizaremos en estos principios esenciales, especialmente en la enseñanza sobre el perdón, y cómo cada uno de nosotros debe vivir según los valores del Reino de Dios.
I. La Humildad en el Reino de los Cielos (Mateo 18:1-5)
A. El contexto
1. Los discípulos vinieron: Al retornar a Capernaúm los discípulos habían procurado ocultar a Jesús el espíritu de rivalidad que los embargaba. Ahora, poco después de su regreso, surgió la oportunidad de tratar el problema con ellos.
A primera vista, Mateo y Marcos no parecen concordar en cuanto a cómo surgió el tema en esta ocasión. Mateo afirma que los discípulos iniciaron el asunto, al paso que Marcos informa que Jesús comenzó la conversación (Mar 9:33).
2. la pregunta ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Literalmente, “¿quién es, pues?”. Puede suponerse que la palabra “pues” (gr. ára) sirve para relacionar esta pregunta con la que Cristo había formulado anteriormente mientras Pedro estaba ausente.
Hay dos oportunidades que se vuelve hablar de este tema:
- Jacobo y Juan, por medio de su madre, pidieron que Jesús les concediera lugares de preeminencia en su reino (Mat 20:20-21).
- Después de la entrada triunfal en Jerusalén y la afirmación de Jesús como Señor del templo, surgió nuevamente la discusión sobre los primeros lugares en el reino. Esta misma cuestión fue planteada la noche en que Jesús fue entregado (Lucas 22:24).
3. El orgullo revelado. Los discípulos se veían como los principales dignatarios del reino, concentrados en ocupar un alto puesto, ignorando las enseñanzas de Jesús sobre su sufrimiento y muerte. Sus ideas preconcebidas les impedían entender la verdad que Cristo quería enseñarles.
B. La Respuesta de Jesús: (v 3)
1. Un niño como modelo: Jesús llama a un niño y lo coloca en el centro de los discípulos para enseñarles una lección importante. Al poner al niño en el centro, Jesús hace visible su punto, mostrando que algo tan sencillo y humilde como un niño tiene un valor espiritual profundo.
2. La respuesta de Jesús: (v3)
a. “Sino os volvéis” (Gr. stréfo),” volver”, “darse vuelta”; y en relación con la conducta, “cambiar de opinión”, “cambiar de posición”. En el uso bíblico, stréfo equivale al Heb. shub, empleado comúnmente en el AT para hablar de “volverse” al Señor. Los discípulos debían volverse de sus pensamientos orgullosos y llenos de ambición
Ellos sabían que, en ese día, los niños eran considerados más como propiedad que como individuos. Era entendido que ellos podían ser vistos, pero no escuchados. “Un niño era una persona sin importancia en la sociedad judía, sujeto a la autoridad de sus mayores, no siendo tomados en serio excepto como una responsabilidad, uno para cuidar, no alguien a quien admirar”.
b. os hacéis como niños. El espíritu de rivalidad que los discípulos fomentaban era infantil, pero Cristo deseaba que se convirtieran en niños en un sentido distinto. (1 Cor 14: 20). La conversión de la cual se habla en este lugar está confinada a un cambio en el presente estado de mente hacia una nueva dirección dada a los pensamientos y deseos.
c. No entrareis al reino de los cielos. En el griego aparece aquí una doble negación que destaca la completa imposibilidad de entrar. Si los discípulos no aprendían este principio, ni siquiera entrarían en el reino, y mucho menos tendrían elevados puestos en él.
3. Este el más grande (v 4)
En otras palabras, la característica principal de la grandeza de un cristiano es la humildad. No la capacidad, sino la humildad. No sus logros, sino su humildad. No sus realizaciones impresionantes, sino la humildad.
Siguiendo los pasos de su maestro quien se humilló a sí mismo (Flp 2:5-8), el discípulo debe tener humildad en mente, palabras y hechos (Flp 2:2). El que se humille al nivel del niño en su relación con otros es el mayor en el reino.
4. El recibimiento del humilde. Ya que la naturaleza de Jesús es como la de uno de estos niños, la manera como tratemos a aquellos que son humildes como niños muestra lo que pensamos de la naturaleza de Jesús. Aquí el Señor Jesús pasa casi imperceptiblemente desde el tema de un niño natural a un niño Todo aquel que en Su nombre reciba a uno de Sus humildes seguidores será recompensado como si hubiese recibido al Señor mismo. Lo que se hace para el discípulo es contado como si fuese hecho para el Maestro.
5. Aplicación Práctica:
- El Reino de Dios no se mide por el poder, la riqueza o el conocimiento, sino por la humildad. Cada uno de nosotros debe revisar si estamos viviendo con la misma sencillez con Dio y los demás que un niño.
- ¿Estamos dispuestos a humillarnos y a reconocer nuestra total necesidad de la gracia y la dirección de Dios?
II. El Cuidado por los Pequeños y el Peligro de Hacerlos Tropezar (Mateo 18:6-10)
A. La Responsabilidad de No Hacer Tropezar a los Pequeños. La palabra griega skandalízo significa «hacer caer en una trampa» o «hacer tropezar». Tropezar” se utilizaba a menudo de manera metafórica para referirse al acto de pecar o apartarse de la fe verdadera.
El apóstol Pablo también advierte a los cristianos más fuertes a no hacer nada que pueda hacer tropezar a los cristianos más débiles en su fe (1 Cor 8:9-13).
Los “pequeños” aquí no se refieren solo a los niños, sino también a aquellos que son vulnerables en la fe, los nuevos creyentes o aquellos con poca fortaleza espiritual. Jesús advierte severamente contra aquellos que, por su mal ejemplo o palabras, inducen a otros al pecado.
B. El Juicio para Quienes Causan Caídas Espirituales. Este versículo indica que cualquiera que destruya espiritualmente a un niño o a un creyente inocente incurrirá en la más grande ira de Cristo. Las piedras de molino se utilizaban para moler cereales. Eran extremadamente pesadas, y el término usado aquí se refiere al tipo de piedra de molino más pesada que era movida por un burro, y no tanto al tipo más liviano que usaría una mujer. Los judíos consideraban este castigo como una clase de condena horrible que ejecutarían los paganos; esto hace aún más horrenda la imagen.
C. Hay del mundo. Los que hagan tropezar, pecar o causen mal alguno a los cristianos, serán juzgados por eso. Pero los hermanos creyentes no deben conducir a otros a caer en pecado, directa o indirectamente. Sería mejor estar muerto. Rom 14:13.
Es necesario. Es decir, es inevitable que haya motivo de tropiezos. Los tropiezos no son necesarios en los propósitos y los planes de Dios, pero es imposible evitarlos por causa de la naturaleza humana. Ay de aquel que por precepto o por ejemplo induzca a otros a equivocarse o los desanime para que no sigan en las pisadas de Jesús.
D. La advertencia. ( v 8 ; 9). Tanto si el miembro pecador es la mano como si es el pie o el ojo, mejor entregarlo al bisturí del cirujano antes que dejar que destruya la obra de Dios en la vida de otra persona. Es mejor entrar en la vida sin miembros o vista, que ser lanzado al infierno con todos los miembros intactos.
E. Aplicación Práctica:
- Como seguidores de Cristo, debemos ser conscientes de nuestra influencia sobre los demás. Nuestra vida debe ser un ejemplo de fe, amor y santidad.
- Pregúntate: ¿Mis acciones, palabras y actitudes edifican a otros en la fe, o son motivo de tropiezo para ellos?
¡DIOS TE BENDIGA!