EL ATAVIO DE UNA MUJER CRISTIANA
BASE BÍBLICA: 1 Timoteo 2:9-11 Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
La vestimenta adecuada para una mujer cristiana ha sido motivo de debate. ¿Cómo debería vestirse realmente una mujer cristiana? ¿Es pecado que use pantalones? ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Debería su familia o iglesia tener un código de vestimenta? ¿Son suficientes las Escrituras para guiar nuestras decisiones sobre la ropa que usamos? ¿Es realmente importante cómo una mujer debe vestirse?
Un joven recién convertido asistió a la iglesia y, al final del servicio, expresó su atracción hacia una hermana de la congregación debido a su forma provocativa de vestir. Esta hermana llevaba una falda muy corta y ajustada, a pesar de estar casada. Esta situación me preocupó y me hizo reflexionar sobre cuántas otras personas podrían encontrarse en la misma situación debido a la vestimenta inapropiada de esta hermana. Me pregunté si esto también sucedía en otras congregaciones y definitivamente creo que sí.
Es por ello, El objetivo de este estudio bíblico es tratar el tema del vestuario de las mujeres cristianas. Esto se debe a que las mujeres, en cierta medida, tienden a preocuparse más por su apariencia externa y pueden caer en vestir de manera indecorosa, llena de vanidad y, en muchas ocasiones, promoviendo la lujuria. Por esta razón, las enseñanzas del Nuevo Testamento se enfocan de manera más específica en las mujeres y su forma de vestir. Sin embargo, esto no implica que los hombres puedan vestirse como quieran, sino que también deben seguir los estándares establecidos en la Biblia.
Ahora bien, Debemos aceptar una realidad que no se puede negar: el código de vestimenta surge de nuestra cultura, es creado por nuestra propia conciencia, impulsado por nuestras preferencias personales o gobernado por la Palabra de Dios. Por lo tanto, estos códigos se convierten en campos de batalla entre el reino de las tinieblas y el reino de la luz, ya que nos vestimos para agradar a Dios, a nosotros mismos o a los demás. Debemos reconocer que la forma en que nos vestimos nos coloca en medio de un fuego cruzado de influencias provenientes de la cultura, la conciencia, nuestras preferencias y la Palabra de Dios.
Este tema ha generado numerosos debates y ha causado cierta división, con personas atacándose mutuamente como legalistas o mundanos.
Estimado lector, me gustaría compartir contigo las distintas perspectivas cristianas sobre este tema.
- En primer lugar, Según algunos creyentes, Dios se preocupa únicamente por lo que hay en nuestro corazón y no por nuestra apariencia externa. Para Dios, lo importante es el estado de nuestro corazón y no cómo nos vestimos. Esta creencia se basa en:
1 Samuel 16:7. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
nos preguntamos ¿Dios solo mira el corazón? Aquellos que piensan así están interpretando incorrectamente el pasaje bíblico, ya que este pasaje no hace referencia a la vestimenta. Lo que el pasaje bíblico da a entender es que Dios iba a ungir al nuevo rey de Israel y no estaba interesado en su belleza exterior, tamaño u otras cualidades externas que los hombres aprecian. Dios se enfocaba directamente en el estado de su corazón. Saúl era alto y hermoso, pero su corazón era malo. David, por otro lado, tal vez no tenía estas cualidades, pero su corazón era recto delante de Dios.
Creo que algunas personas utilizan este pasaje bíblico para justificar sus propias acciones pecaminosas y tergiversar el mensaje de Dios según les convenga. Dios sí se preocupa por cómo nos vestimos, por eso aborda este tema en la Biblia.
- En segundo lugar, existen creyentes que argumentan que actualmente no estamos sujetos a la ley y sus estrictas restricciones, sino que estamos bajo la gracia de Dios. Por lo tanto, tenemos cierta libertad cristiana para vestirnos como consideremos conveniente. Un famoso artista cristiano solía decir que, si la sociedad avanza y la moda evoluciona cada día, nosotros no podemos quedarnos atrás. Este artista, por supuesto, acostumbra a vestir pantalones ajustados y desgastados.
Estos apoyan sus argumentos en Gálatas 5:13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
El asunto del vestuario también nos lleva a reflexionar sobre la libertad cristiana, un tema que a menudo es malinterpretado. En la sociedad cristiana actual, se considera «libertad» el hecho de mostrar la mayor cantidad de desnudes en la playa. ¿Es esta la definición de libertad según la Biblia? Hoy en día, algunos creen que la libertad cristiana implica que las niñas se vistan como niños y los niños se vistan como niñas. ¿Es esta una comprensión correcta de la libertad cristiana?
La libertad de los cristianos no es un pase libre para satisfacer nuestros deseos pecaminosos sin restricciones ni consecuencias. Debemos servirnos mutuamente por amor. La libertad cristiana no se trata de satisfacer el egoísmo personal, sino de servir a los demás. Si usas tu libertad para vestirte de manera indecorosa y provocativa, incitando deseos pecaminosos en otros, estarías yendo en contra de la ley del amor.
- En tercer lugar, Hay creyentes que ponen demasiado énfasis en este tema, a veces llegando a excesos innecesarios al condenar a otros cristianos al infierno por su forma incorrecta de vestir, e incluso condicionando la salvación a la manera en que se visten. A menudo utilizan argumentos bíblicos sacados de contexto para respaldar sus creencias.
El mensaje central del evangelio es Cristo, pero en muchas congregaciones se ha convertido en el mensaje central la vestimenta. En una ocasión, estuve en el aniversario de una iglesia donde había muchas personas no creyentes. En lugar de predicar a Cristo, el predicador se enfocó en criticar la vestimenta de las hermanas. Nunca presentó a Cristo y las personas que no conocían a Cristo solo se reían de cómo se les exhortaba a las hermanas. El mensaje fue completamente desviado. Necesitamos predicar a Cristo y su crucifixión, y educar a los creyentes con una sana doctrina basada en la palabra de Dios. A veces, nos enfocamos demasiado en la vestimenta y nos olvidamos de los valores cristianos de supremacía.
- En el cuarto lugar, se encuentran los creyentes que abordan esta doctrina de manera bíblica y madura, no menospreciando este tema, sino siguiendo las enseñanzas de las escrituras lo aplican a sus vidas.
De acuerdo con el patrón bíblico, es importante enseñar a las mujeres cristianas cómo vestirse para el Señor según su palabra. Sin embargo, también debemos ser pacientes y permitir que el Espíritu Santo las ayude a comprender las verdades de la palabra de Dios.
Queridos oyentes, vamos a sumergirnos en las profundidades de la Biblia para comprender este tema.
En el jardín del Edén, nuestros primeros padres caminaban sin ropa debido a su estado de inocencia en la que Vivian. Sin embargo, después de desobedecer, el primer resultado del pecado fue sentir vergüenza y miedo. Adán y Eva, al darse cuenta de su desnudez, decidieron hacerse su propia ropa utilizando delantales hechos de hojas de higuera. Esto ilustra cómo el ser humano intenta cubrir su desnudez a su manera.
Sin embargo, Dios los vistió adecuadamente. Leamos Génesis 3:21. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
La desnudez es considerada la vergüenza del hombre, pero en realidad es solo una manifestación externa de lo que hay en su corazón. No creo que alguien en su sano juicio decida caminar desnudo por la calle.
En este pasaje se encuentra un mensaje profundo que se menciona la muerte de los animales permitía que cubrieron la desnudez de Adán y Eva. Este acto profético apuntaba a la muerte de Cristo, cuyo sacrificio cubrió la vergüenza del pecado; no obstante, el atavió decoroso refleja simbólicamente que su vergüenza ha sido cubierta, en otras palabras, sus pecados han sido perdonados y ahora viven en el estándar de la santidad de Dios.
Por eso, en las escrituras se muestra el interés de Dios en que su pueblo siempre muestre una distinción respecto a los demás pueblos que no lo conocen. Encontramos esto bajo la ley de Moisés en Deuteronomio 22:5. No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
En el antiguo Cercano Oriente, el travestismo era común y se utilizaba como indicador de posición social y de sexo. En el teatro clásico, donde a las mujeres no se les permitía actuar, el cruce de vestimentas era una práctica común, al igual que en las prácticas homosexuales.
El mandato de respetar la distinción entre sexos era muy importante, ya que aquellos que no lo cumplían eran considerados una abominación a Jehová. El travestismo era visto como una forma de adoración pagana e idolátrica en el mundo antiguo, y también se pagaba un precio cultural por tratar de borrar las diferencias entre hombre y mujer.
Autores posteriores, como Luciano de Samosata y Eusebio, mencionan la práctica de enmascaramiento en la adoración de Astarté, donde mujeres vestían prendas de hombres y viceversa.
Estimado oyente, es evidente el creciente aumento de travestismo, comportamiento andrógino y doble sexualidad en nuestra cultura. Esto representa una grave transgresión a los valores establecidos y resultará en una mayor perversión y confusión de género en nuestra sociedad.
Por consiguiente, Dios instó a su pueblo a no dejarse influenciar por las costumbres de las naciones paganas, tanto en el pasado como en la actualidad, con el fin de preservar la santidad de su pueblo.
Es triste y lamentable observar cómo la cultura moderna influye incluso en los creyentes en su forma de vestir, cuando las mujeres deberían seguir el estándar establecido por la palabra de Dios.
Vamos a analizar lo que encontramos en el Nuevo Testamento sobre este tema. Veamos lo que dice 1 Timoteo 2:9. Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
Este pasaje es crucial para una mujer que se vista adecuadamente. Adentrémonos para descubrir las verdades.
Aunque este texto fue inicialmente redactado para una cultura diferente, los principios siguen siendo válidos en la actualidad.
En el contexto grecorromano, contexto en el cual se escribe esta carta, las mujeres que llegaban a gozar de una posición acomodada tendían a vivir con un lujo extravagante y exhibicionista. Usaban peinados, adornos, joyas y vestidos caros y muy llamativos de una manera presuntuosa, buscando atraer toda la atención sobre su apariencia externa. Por tanto, la recomendación a las creyentes era procurar una apariencia apropiada en lo externo y congruente con su vida espiritual interior. Este principio se aplica a los cristianos de ambos sexos, de todo tiempo y toda cultura.
Plinio nos cuenta que hubo una novia en Roma, Lollia paulina, cuyo vestido de boda costó el equivalente de 100 millones de pesetas o un millón de dólares. Hasta los griegos y los Romanos se escandalizaban del amor a los vestidos y las joyas que caracterizaba a algunas de sus mujeres. Parece que muchas mujeres estaban violando otro aspecto de lo que era adecuado para la oración en público estaban tratando de llamar la atención.
Según Muchos maestros judíos permitían que las esposas se adornaran para sus maridos, pero tanto los moralistas judíos como los grecorromanos ridiculizaban a las mujeres que se embellecían para atraer la mirada de otros hombres. Los escritos judíos advertían especialmente sobre la tentación sexual que acarreaban tales adornos; los escritores grecorromanos también condenaban a las mujeres ricas que exhibían sus costosos adornos. El cabello a veces era ornamentado con oro, que es quizás lo que aquí Pablo tiene en mente; los hombres eran atraídos especialmente por el cabello decorado de las mujeres.
En la antigua Grecia, las mujeres solían vestir túnicas largas en lugar de la ropa ajustada que se usa comúnmente en la actualidad. Complementaban sus vestidos con una túnica de lana, algodón o lino que llegaba hasta los pies, una estola sujeta por un cordón y un manto que cubría la espalda y a veces la cabeza. Sus trajes, mayormente hechos de lino o lana, eran amplias.
Antes de continuar con el texto, es importante comprender algo:
- En primer lugar, tenemos que quitar dos obstáculos que, a veces impiden que los cristianos toquen este tema: La creencia de que cualquier discusión sobre la manera de vestir es inherentemente legalista y de que tales discusiones son simplemente innecesarias. En la actualidad, en muchos lugares, el simple hecho de mencionar el tema del vestir indecoroso es hacer sonar todas las alarmas del legalismo. Esto es lamentable.
- En segundo lugar, Antes de continuar con el texto, es importante comprender algo. nadie puede negar que hoy mucha de la ropa en las tiendas es escandalosamente inmodesta. escribe Barbara Hughes, “pudiera ser que no se ha percatado de que la modestia ha desaparecido. ¡Está muerta y enterrada! Si no lo cree, vaya de compras con una adolescente”
- En tercer lugar, Algunos cristianos fieles se visten de manera indecorosa, aun si no pretenden ofender a nadie, hacen gala de su sexualidad o atraen las miradas con la escasa ropa que usan. A menudo, estos creyentes creen sinceramente que están modestamente vestidos. ¿El problema? Se rigen por la moda del mundo. Permiten que la industria de la ropa y los artistas definan lo que es hermoso y lo que es una ropa apropiada.
En este instante, resulta crucial establecer los significados de los términos mencionados en el pasaje de 1 Timoteo 2:9. Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos.
La expresión asimismo, Habiendo tratado acerca de los requisitos personales de los hombres que dirigen la oración pública, el apóstol se dirige ahora a las cosas que deberían caracterizar a las mujeres que están en la congregación en tal ocasión.
El mando del apóstol Pablo por la autoridad divina es, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa: Así es como se supone que las mujeres cristianas deben vestir, sobre todo en las reuniones cristianas. Las palabras pudor y modestia ayudan a explicar lo que es ropa decorosa.
El pudor se define como el respeto propio y el recato, según su origen griego «aido»”. La mujer pudorosa aparta el pensamiento de cometer acciones vergonzosas y tiene 90 en alta estima la pureza que impide tales actos.
El pudor pregunta, ‘‘¿es apropiado para la ocasión? ¿Me vestí demasiado elegante o demasiado ordinario? ¿hará que llame la atención de una manera inapropiada?’’
Cada hermana debería preguntarse esto frente al espejo, así evitaría caer en excesos en su atavío.
La otra palabra es modestia, Modestia cristiana es el control interior del yo, arraigado en una compresión correcta de uno mismo ante Dios, que se manifiesta exteriormente en humildad y pureza por un amor auténtico a Jesucristo, en lugar de una auto glorificación o vanagloria.
La modestia pregunta ‘‘¿Es modesto? ¿Es mucho o muy poco?’’ La modestia busca un término medio.
Para un atavió con modestia Es, ante todo, una cuestión del corazón. Si el corazón está bien con Dios, se conservará puro y humilde, y esto se expresará en modestia.
Juan Calvino dijo “No obstante, siempre debemos comenzar con las disposiciones del corazón, porque es allí donde reina el libertinaje, y por ende no habrá castidad. Y donde la ambición reina internamente, no habrá modestia en la forma de vestir».
Concluye diciendo: “No cabe la menor duda de que la forma de vestir de una mujer virtuosa y piadosa debe ser diferente a la de una prostituta.
Por lo tanto, la pureza y humildad del corazón internamente regenerado, tiene que, en definitiva, expresarse externamente por el uso de ropa modesta.
Juan Crisóstomo da una definición de ropa decorosa que difícilmente puede ser mejorada:
¿Y qué es ropa decorosa? La que las cubre completa y decentemente, y sin adornos superfluos; porque lo primero es decoroso, y lo segundo no. ¿Qué? ¿Os acercáis ante Dios para orar con cabello trenzado y adornos de oro? ¿Acaso acudís a un baile? ¿A una boda? ¿A un carnaval? Allí, unas cosas tan costosas podrían estar en su sitio; aquí ninguna de ellas es necesaria. Habéis venido a orar, a pedir perdón por vuestros pecados, a rogar por vuestras ofensas, suplicando al Señor … . ¡Fuera tales hipocresías!
hoy en día hay pastores que opinan que las palabras de Pablo sólo se refieren al uso de ropa lujosa, costosa o escandalosa dentro de la iglesia. Su argumento es que este tipo de ropa “distraería” la atención en los cultos de adoración. Lamentablemente, prefieren detenerse ahí y no ir más allá. Estoy totalmente de acuerdo con que esa idea va incluida en las palabras del Apóstol, pero estas personas pasan por alto el aspecto sexual que está claramente implícito en el pensamiento de Pablo.
la extravagancia de las mujeres, probablemente lo más importante que Pablo tiene en mente es lo impropio de que las mujeres exploten su atractivo físico en tales ocasiones, y también el trastorno emocional que pueden ocasionar en sus hermanos varones”
Exceso y sensualidad; ambos tienen relación con la modestia. La mujer cristiana controla conscientemente su corazón y sus pasiones en lugar de vestirse y adornarse exagerada, costosa y sensualmente. Si es modesta, no llamará la atención indebidamente. Lo que viste no dirá “¡sexo!”, ni “¡orgullo!”, ni “¡dinero!”, sino “pureza”, “humildad” y “moderación”.
Apreciado lector es necesario que se pueda evitar las modas indecorosas:
Es por ello considere lo siguiente:
- En primer lugar: ¿Qué distancia debemos guardar respecto de las modas de ropas extrañas que aparecen en nuestros tiempos? La generación actual está lastimosamente intoxicada de todo lo que sea novedoso.
Es fundamental mantenernos firmes en nuestras convicciones y no permitir que las modas indecentes nos influyan. No dejemos que nos muevan fácilmente de lo que creemos, incluso si nos llaman extremistas o legalistas.
- En segundo lugar, el verdadero propósito de La ropa fue dada para que nuestros primeros padres y su posteridad, en su exilio del Paraíso, no tuvieran que taparse los ojos y avergonzarse el uno del otro.
Sin embargo, las mujeres que eligen usar blusas sin mangas y con escotes provocativos, minifaldas cortas, etc., son conscientes de los comentarios y reacciones vulgares que pueden generar.
- En tercer lugar, Como se debe adornar el cuerpo, Hay todavía otro propósito en relación con la ropa, y éste es adornar el cuerpo. Es el que ponen en práctica todos los seguidores lujuriosos de la moda. Quiero presentar algunas premisas para abrirles los ojos a lo inaceptable y lo aceptable como ornato del cuerpo y, luego, llegar a algunas
Conclusiones.
Una ropa sencilla y simple verdadero adorno— es suficiente para el cuerpo, porque si la desnudez es nuestra vergüenza, la ropa que la cubre, por más sencilla que sea, ya de por sí embellece y adorna nuestro cuerpo.
Muchas mujeres se han preguntado ¿Los adornos son naturales o artificiales? Los adornos naturales son los que provee la naturaleza, como el cabello dado por Dios…a la mujer para ser su gloria y su velo (1 Corintios 11:15). Los adornos artificiales son el producto de invenciones ingeniosas y ocurrentes. En esto, como Dios no ha sido generoso, según el hombre, éste se ha tomado la libertad de ser excesivamente temerario. No satisfecho con una simplicidad primitiva, ha procurado muchas invenciones.
Cualquier objeto que pretende adornar, sin ser modesto, serio y sobrio, y que no coincide con la piedad, no es un adorno, sino una deshonra. La modestia nos enseña a no exponer a la vista esas partes que no lo requieren, ni por necesidad ni uso. La humildad nos enseña a evitar llamar la atención a cosas sin importancia engalanando un cuerpo vil que no tardará en ser un festín de los gusanos.
Leamos 1 Pedro 3:2-4.
Considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
La vestimenta que hace verdaderamente atractiva a una persona creyente es el ser interior de la persona. Los peinados de moda, las joyas costosas y los vestidos caros son perecederos. Al presentar este vívido contraste, Pedro nos reta a hacer una elección. «Hay abundancia ahí cuyo cuerpo externo está ricamente adornado, pero cuyo ser interior está vestido de harapos, mientras que otros, con ropas gastadas y pobres, son gloriosos por dentro.
Estimado lector, es fundamental adentrarnos en este tema para comprenderlo mejor, ya que muchos maestros de la biblia lo enseñan desde su lógica humana y preferencias personales.
Ahora, analicemos si el vestuario inapropiado de una mujer cristiana puede ser cómplice del adulterio.
Las antiguas confesiones y los catecismos muestran lo insubstancial de esta aseveración. Mucho antes de los biquinis, trajes de baño demasiado ajustados, shorts muy cortos y vestidos strapless (sin tirantes), los cristianos conocían la conexión esencial entre la inmoralidad sexual y la manera de vestir indecorosa. Su aplicación general de la Palabra de Dios con referencia a la pureza sexual —y su búsqueda seria de santidad— los llevó a denunciar la ropa inmodesta. La afirmación moderna de que ninguna ropa es inapropiada para el cristiano hubiera consternado a nuestros antecesores espirituales…
Permítame preguntarle ¿Es usted cómplice del adulterio? Nuestro sistema legal reconoce acertadamente que tanto los homicidas como sus cómplices son transgresores. De manera similar, tanto los adúlteros como sus cómplices son culpables de transgredir la Ley de Dios.
Si usamos ropa que incita la lujuria en alguien, entonces somos sus cómplices. Esto nos hace copartícipes del pecado, no importa cuáles sean nuestras intenciones. El cristiano no puede decir: “No estoy tratando de ser sexualmente provocativo con mi manera de vestir. No tengo motivos inmorales.
Leamos Mateo 5:28. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Ésta es una de las razones por la cual tanto hombres como mujeres deben vestirse modestamente. Los hombres pueden promover lujuria en la mujer tal como la mujer puede promover pensamientos sexualmente inmorales en el hombre.
La Biblia nos anima a no ser causa de tropiezo. Leamos Mateo 18: 7. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
Me asusta oír que un cristiano diga: “Si mi modo de vestir enciende la lujuria de Fulano, eso es su problema”. Esta actitud sencillamente no es bíblica. Es lo mismo que decir: “No soy responsable por las piedras de tropiezo morales que causo con mi modo de vestir”. Es cierto que la lujuria de Fulano sí es su problema y es de él principalmente. Pero si lo que uno viste lo hace su cómplice —una piedra de tropiezo— entonces la Palabra de Dios dice que se convierte también en su problema. El Señor Jesucristo mismo condena a aquellos que incitan a otros a pecar: ¡Ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
La mujer caracterizada por esta actitud [de modestia] se viste de modo que evita ser el origen de alguna tentación…La mujer piadosa aborrece tanto al pecado que evita todo lo que provocaría a alguien a pecar. ¡Mejor estar muerta que llevar a otro creyente a pecar!
¿Por qué se visten algunos cristianos para convertirse en “eventos lujuriosos”? A menudo es por inocente ignorancia. Muchos creyentes sencillamente no saben que una ropa provocativa tienta fácilmente a otros cristianos o no cristianos a pecar. La siguiente norma se aplica especialmente a las mujeres cristianas: A menudo, no comprenden que muchos varones cristianos experimentan una gran angustia en su alma al luchar contra la tentación sexual. Sin mala intención, visten ropa que es piedra de tropiezo.
Cierto escritor dijo: Al vestirse de un modo provocativo, de hecho, los chicos hostigan sexualmente a las mujeres”. Esto es cierto, aun cuando no haya una intención deliberada de promover sensualidad con el modo de vestir.
Apreciado lector, necesitamos entender Los principios bíblicos son eternamente ciertos; las aplicaciones culturales pueden cambiar. Basado totalmente en la autoridad de la Biblia, me atrevo a decir que Dios manda que nos vistamos correcta y decentemente, lo cual significa hacerlo de una manera consecuente con el mandato de Dios de ser santos como Dios mismo es santo. . Dios requiere que nos vistamos modestamente, lo cual significa que no debemos exceder los límites de aceptación moral cuando de nuestra manera de vestir se trata. Hemos de vestirnos discretamente, lo cual significa no tentar a otros a pecar por nuestra manera de vestir. En suma, tenemos que someter nuestro vestuario al señorío de Cristo. “Esto, por lo menos, es seguro y más allá de toda controversia.
Antes de concluir, permítame preguntarle: ¿Ha estado vistiendo adecuadamente como mujer cristiana? Ahora, con la enseñanza bíblica, ¿qué decisión tomará? Así llegamos al final de este video. Gracias por ser parte de nuestra comunidad. Te pedimos que compartas esta información con hermanas en la fe para que sean edificadas.
¡DIOS TE BENDIGA!